Nace en el barrio de Coyoacán de la ciudad de México en
1950, desde niño empezó a construir objetos en el taller de herrería de su
abuelo materno, comenzó a pintar con acuarela lo que le descubrió la magia del
color y la imagen; algunos años después
vivió en un rancho en las
proximidades de Teotihuacán, fue ahí donde tuvo su encuentro con la escultura
en barco y con toda clase de vestigios altamente estéticos de esa cultura
prehispánica.
De 1979 a 1977 asistió a clases nocturnas en la Esmeralda en
México, D.F., trabaja durante las Mañanas en el departamento de restauración
artística del instituto Nacional de Bellas Artes, donde restauro un mural de
David A. Siqueiros. Residió tres años en san Francisco, California, visitando
museo y entrando en contacto con diferentes propuestas artísticas. Se
estableció en Oaxaca, México en 1981, en donde cristalizo su propuesta
estética, amalgamando las esculturas prehispánicas, coloniales religiosas,
africana y los mitos y creencias populares mexicanas.