Inconsciencia del
mañana, basta tenerla para estar en la linde
Del VÓRTICE; manifiesta Samuel
Rojas. Hito que despierta su quehacer creativo.
Da vuelta a su mirada para perderse en el
claro de la introspección, similar a ser tripulante en un barco del medievo
surcando la inmensidad, con la esperanza secreta de dominar la vorágine del
momento.
Rojas se construye día a día a través de la
croma poética de sus emociones hasta encontrar el flujo de la materia; origen
de su obra. Por momentos moldea con sus
manos la membrana de algodón, otras,
fluye al paso de la viscosidad de la tinta o la permeabilidad de la sustancia
caustica blanca.
Internarse
en su universo, invita a vivir la experiencia de sentirse en la linde
del VÓRTICE.